jueves, 2 de agosto de 2012

España - 2º parte

20 de Mayo – Al cruzar la frontera, nuestra primera parada fue Mondaríz, lugar donde nació la abuela paterna de Patri. Ahí pretendíamos jugar a ser Franco Bagnato en ¨̋Gente que busca Gente¨̋ y ver si podíamos obtener algún dato. No tuvimos mucha suerte con nuestras visitas a los ayuntamientos y parroquias del lugar para conseguir info, pero por lo menos nos clavamos unos deliciosos pulpos a la Gallega y deleitamos nuestros oídos con algún Manolito tocando la gaita.
 


Continuando nuestro peregrinaje, arribamos en  Santiago de Compostela donde se encuentra la famosa Catedral y sus calles llenas de viajeros ampollados. Nosotros esta vez la hicimos más bacán, nos tomamos un chocolate con churros y enfilamos hacia el Fin de la Tierra.
 

















 
Finisterre fue nuestro lugar para pasar la noche. Tratamos de ubicar a la Gorda en el extremo más occidental del cabo.                                                                                                                                                                                 Así con la luz del faro que nos iluminaba cada tanto y el ruido del mar, soñamos como los inmigrantes en cruzar el océano.
 

 














Cruzando Galicia y Asturias por pueblos y campos verdes hicimos un parate en Aviles. No estaba en los planes, pero valió la pena, muy maja la ciudad!
Lo mejor fue la cena en Casa Lim, donde Nacho, para sorpresa de todos los mozos, se clavó una fulminante fabada asturiana y quedó transpirando la gota gorda. Patri para esta altura ya se había hecho adicta a los pulpitos. Todo esto bien regado por un par de sidras tiradas, por un mozo que juraba haber sido 2º puesto en un campeonato y la chavala de la barra campeona.


Como tiro salimos hacia Bilbao por la excelente autovía del Cantábrico. Nos reciben los carteles en euskera anunciando que estábamos en otra región (País Vasco).
Por suerte ubicamos rápido un lugar para estacionar y por si fuera poco, el parque de enfrente tiene baños públicos gratis, joya!


Hicimos una visita al Museo de Bellas Artes y luego nos dedicamos a recorrer el Casco Viejo. La verdad es muy interesante el contraste entre lo antiguo y lo moderno de la ciudad.
Obviamente hicimos varias paradas en diferentes garitos (bares) y barras para picotear algo. Y antes de salir no podía faltar la visita al Guggenheim.













 
 


Ya escapando de la gastronomía española, recorrimos San Sebastián, otra gran ciudad que nos recibió con un calor agobiante y nos obligo a pasar una tarde en sus bellas playas.



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